¿Qué es el sexo tántrico?
El sexo tántrico es una disciplina oriental practicada desde hace cinco mil años que, a pesar de lo que muchos creen, tiene que ver mucho con un enfoque mental más que con una técnica específica. En este ritual, la pareja se adora el uno al otro como si fuesen deidades, con un profundo respeto. Pero estoy segura de que muchos simplemente lo conocían por ser una práctica en la que el acto sexual puede llegar a durar horas -lo cual también es cierto.
Orígenes del sexo tántrico
Como bien dijimos, el Tantra se creó hace más de cinco mil años en la India, y buscaba rebelarse contra la religión organizada, que decía que la sexualidad debía ser rechazada para alcanzar la iluminación. Desafió las creencias y planteó la sexualidad como una puerta a lo divino, en la que se enseñó a prlongar el acto sexual y recanalizar la energía orgásmica.
Beneficios del sexo tántrico
En el sexo convencional las personas buscan llegar al orgasmo preferentemente por una relación genital. Sin embargo, en el sexo tántrico se busca la unión de la pareja en muchas formas, de forma que se logre retrasar el punto máximo de placer. Por tanto, se podría decir que el sexo tántrico es un medio, no una meta.
En este tipo de sexualidad diferente se busca estar más atento a todo lo que se siente, especialmente al sentido del tacto y a la respiración. Es importante dar y recibir, incluir cosas como los masajes de cuerpo completo para aprender más de los centros de placer de la pareja e incluir nuevas formas de relacionamiento en la cama. Otro de sus objetivos es romper los tabúes, permitiendo una correcta comunicación sexual entre amantes, no solo en la cama sino también fuera de ella.
Por otra parte, el sexo tántrico puede mejorar nuestra salud, ya que se considera a la energía sexual una de las más potentes, capaz de regular las hormonas reduciendo los niveles de estrés y produciendo serotonina.
Las etapas del sexo tántrico
En el sexo tántrico existen determinados pasos a seguir, el primero sin lugar a dudas es la preparación para el acto sexual. En esta se llevan a cabo intercambios de placer erótico que permite crear una conexión íntima. La idea es conseguir un éxtasis sexual el mayor tiempo que podamos.
Luego de esta etapa estamos listos para el sexo. En él entran en juego todo tipo de elementos y posturas que queramos utilizar como pareja. Las diferentes posiciones sexuales permiten hacer un balance de la energía masculina y femenina y liberan de los roles de género.